LLUVIA DE ENERO
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El estanque lleva
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SÚPLICA
Se aleja ya esa amada silenciosa
que visita mis pasos sin destino,
regalando a mis horas de nostalgia
inquietudes y pródigos olvidos.
Ella llega rompiendo misteriosa
monótonos estíos,
recogiendo en su manto primoroso
inquietudes y místicos suspiros.
Si me atrevo a mirarla en el espejo,
su perfil inocente y delicado
se escapa temeroso por parajes
anímicos y aislados.
Si la encuentras en fugaces plenilunios
o en umbrales de lánguidos palacios,
recuérdale que aguardo su venida,
anhelante de asirla entre mis brazos.
Que se acerque en puntillas para verla,
para amarla otra vez, en este ocaso.
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Mirad, en el arroyo
saltan los peces,
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SEMBLANZA DE UNA ILUSIÓN
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- xx
¿Cómo escribir poemas de buena nueva si el mundo es un compendio de guerra y pena? Los hombres olvidamos que hay un hermano padeciendo miserias y abandonado... Ya el egoísmo abrasa y en esta hoguera la humanidad consume su larga espera. Mas... ¿dónde encontrar al Niño, el Elegido... descubrir Su mensaje de amor huido?... De puntillas, ligeros, que en la montaña hay un ángel que anuncia nuestra esperanza. Los pastores descansan, pacen rebaños, hay aroma de mieles, perfuman nardos. En Belén ha nacido el Hijo amado, que será por nosotros crucificado. Tres Magos en Oriente vieron la estrella y emprenden el camino que va a Judea. Va amaneciendo, y aún las doncellas se acicalan en fuentes de luna llena. Mirad, en el arroyo saltan los peces, los arados descansan, rompen las mieses. |
Ya se adivina la luz serena, la Virgen ya reposa de gracia llena, y en un costado, su esposo amado, va haciendo de este establo, rincón sagrado. Llevémosle a este Niño nuestras tristezas, dejemos a sus plantas, indiferencias. Venid hermanos, no tengáis miedo, que Sus ojos reflejan bondad y anhelos. Hay un deseo oculto en Su mirada que es perdón, y es amparo de madrugada. Sus manos se desprenden cual azucenas, oro son Sus cabellos, Sus labios, fresas. Mágico instante, todo es silencio la humanidad es lágrima. Su amor es beso. Marchad despacio, ligero el paso, repetid el mensaje: JESÚS HA VUELTO.
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PLENITUD
En los claros senderos que circundan el río se agazapan los chopos en espacios vacíos.
Y en los suaves reflejos de sus cabellos rubios las mieses trituraban dorados plenilunios.
Qué noche tan sublime rozada por la luna con estrellas fugaces prediciendo fortunas. |
Y al rumor de la brisa el jardín se hizo fuente y eran aguas tranquilas, cadenciosas, silentes…
Qué inocencia primera en los lentos caminos… tal parece que un beso se transforma en suspiro.
Y en remotos linderos aún abrazan el río los chopos escondidos en rincones vacíos.
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A MIS DOS NIETAS
Pequeñas sus manos pequeños sus besos, sus ojos brillantes dos soles que alumbran mis días de invierno… Que acortan distancias y ponen barreras a mis sinsabores con suspiros presos.
¡Qué puros sus labios, sus voces risueñas son rosas y velas formando arco-iris a mis primaveras!
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Pequeñas sus manos pequeños sus besos y son dos tiranas que me tienen presa por esos senderos de sus intereses y sus peripecias.
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