Mi Querida Nietecita


Para Laura Alexandra

Niña de cabellos rubios y de mirada de cielo,
niña de ojitos azules y de labios soñadores,
tú eres mi luz, mi consuelo.
Tú eres mi sol, mi dulzura,
mi vida toda, mi anhelo.

Tienes nombre de pasión.
La querida de Petrarca
a quien sus versos cantó.
Tienes el nombre de abuela,
mi más hermosa canción,
de la siempre recordada
madre de mi corazón.

Eres luz, sonrisa y canto,
la que hace olvidar el llanto
y que a disfrutar la vida
y amar con el corazón
invita con su dulzor.

De Alejandro eres emblema,
ese gran conquistador.
Piedra preciosa es tu nombre,
que da brillo y esplendor.


 

YO VIVÍ EN OTRO MUNDO


Yo viví en otro mundo,
pensando que el amor
era simple ternura,
caricias inocentes,
latir del corazón.

Yo viví en otro mundo,
ignorando locuras,
besos, caricias vanas,
despertarse la carne
y surgir la pasión.

Yo viví en otro mundo,
creyendo en el amor,
en el amor del alma,
en darse todo entero
a un solo corazón.

Yo viví en otro mundo,
evitando la herida
que la pasión mundana,
la maldita traición,
abrió en mi corazón.

 

Estimada Poetisa:


Reciba mi más cariñoso saludo y mis sinceros deseos por que goce de un completo bienestar.
También le envío mis agradecimientos por su hermoso regalo, el libro: "Al Arrimo de mi Otero". El cual me ha deleitado noches enteras y acompañado en mi soledad.
Me uno al sentir de Don Carlos A. Riveros- González, para encontrar en su poesía toda la música, el amor, la dulzura y el sentimiento que ella encierra.
Es maravillosa la claridad y el fervor con el que describe las virtudes, el hastío, el hambre... el pastor, la vieja; es tal la realidad que me parece verlas y así, recorriendo toda su poesía "se filtra por la epidermis, hasta el corazón del alma".
Permítame que vuele con usted en la cometa para recorrer el mundo y darme cuenta de la tragedia que vive una familia ante la enfermedad de su hija; el presagio de algo que sucederá en la pequeña aldea; "la niña que nunca se ha visto la cara" y "la esplendorosa vista de la morada del genio de la luz"; sobre un avestruz de "plumaje iridiscente"; la actuación del pequeño actor en un día de mercado de un pueblecito; el trajinar de los mozuelos en busca de trastos viejos y el hombre desilusionado que no encuentra su razón de ser. Todas estas visiones en las que siempre aparece un ángel y que la llevan a sueños placenteros unas veces y desagradables otras, párrafos exquisitos de un corte magistral.
Me entusiasmó mucho la lectura de "Memorias de un Viejo Guante" por la manera como usted le da vida.
Mis felicitaciones por todos sus éxitos, que han contribuido al enaltecimiento de nuestro idioma.
Saludos,


Luz Salazar de Echeverri

 

Quisiera Decirte

 

     Quisiera decirte que tú me haces falta,

que tengo mi alma rota en mil pedazos,

y que de mi cuerpo sólo hay ya retazos,

que gimen, que lloran, que suplican y cantan.

 

     Quisiera decirte que estás en mis días,

en mis noches largas, llenas de dolor,

en mis soledades y melancolías,

en mis sueños que piden amor.

 

     Quisiera decirte que recuerdo siempre

aquellos ayeres llenos de pasión,

tus besos, tus ansias, tu total entrega.

 

     Tu cuerpo, tus manos, tus ojos de miel,

donde se asomaba mi cara asustada,

llena de preguntas, con gran timidez.

Luz Salazar Vda. de Echeverri