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IMPORTANTE

 

A TODOS LOS ASOCIADOS y AMIGOS del CENTRO

 

            El Centro Cubano de España tiene una trayectoria de cuarenta y un años ininterrumpidos en la sustentación de la causa de la Libertad para nuestro sufrido pero perseverante pueblo cubano.

            A lo largo de todas esas décadas, han servido y siguen sirviendo dichos ideales los honrados hijos e hijas de Cuba que, pese a disfrutar de las libertades y derechos humanos plenamente vigentes en España (al igual que en todos los países democráticos), no olvidan que el pueblo dentro de la Isla sigue privado de los bienes fundamentales de la existencia humana: la dignidad y el decoro, sin que haga falta reiterar las privaciones materiales que siguen afligiendo a nuestros compatriotas dentro del país.

            Uno de los mayores males que ha afligido al Exilio ha sido la proliferación y atomización de las organizaciones que dicen representarlo, algunas minúsculas y a veces con una capacidad vociferante inversamente proporcional a su relevancia, contenido real y trascendencia.

            En las últimas semanas hemos constatado que se están difundiendo mensajes relativos a algunas campañas dirigidas a los cubanos del Exilio en España, las que podrían llegar a involucrar el nombre de este Centro Cubano de España.

            Algunos de nuestros asociados y amigos podrían entender equivocadamente que el Centro avala o apoya o copatrocina o facilita, o presta su nombre, a gestiones que consideramos podrían encubrir  intenciones de lucro mercantilista, relativas a futuras indemnizaciones por las confiscaciones producidas en Cuba,

            Entendemos que existen antecedentes prácticos y jurídicos que desautorizan esas pretendidas gestiones desde España. Lo más importante, que la Sentencia de 12 de diciembre de 2003 de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo español dio por bueno el Convenio firmado el 16 de noviembre de 1986 entre Cuba y España, poniendo punto final a todas las reclamaciones sobre indemnizaciones en Cuba.

            El CENTRO CUBANO DE ESPAÑA, cumplidor y respetuoso de la legislación del país de acogida y adoptivo –España- y de los mandatos de sus Tribunales, se desmarca de cualquier campaña, actual o futura, encaminada a contradecir los Fallos de los Tribunales españoles o los Tratados Internacionales que España ha firmado. Por ello, quedan advertidos nuestros asociados y amigos de que el CENTRO CUBANO DE ESPAÑA no participará en, ni endosará, ninguna gestión o trámite que contradiga el ordenamiento jurídico español.

            El CENTRO CUBANO DE ESPAÑA previene a todos sus asociados y amigos que no se dejen deslumbrar por esos fuegos fatuos sobre futuros cobros de indemnizaciones por la confiscación de sus bienes y derechos en Cuba, tomando en cuenta que los desembolsos que hagan en tales gestiones pueden desembocar en una pérdida económica adicional e irrecuperable para sus bolsillos.

 

            En Madrid, a dos de abril del año dos mil y siete.

 

     POR ACUERDO UNÁNIME del COMITÉ EJECUTIVO de la JUNTA DIRECTIVA

 

 

EL SECRETARIO y ABOGADO                                           EL PRESIDENTE

Roberto Soto Santana                                                              Alfredo Llorente Morán

 

 

De los mismos, se ha de esperar… lo mismo

Editorial de Enfoque3 Magazine, 16 de octubre de 2007.

 

    Según las noticias que llegan desde Cuba, y propagadas aquí en especial por elementos que defienden el hipotético borrón y cuenta nueva en el futuro próximo cubano, luego de finiquitar al actual régimen, hablan de que en Cuba el gobierno está alentando a sus seguidores para que conversen sobre sus problemas y dudas en relación con la gestión gubernamental. Hablan de reuniones en las universidades y en algunos centros de trabajo, donde se alienta a que los asistentes, -que por cierto son escogidos dentro de los elementos que han demostrado por largo tiempo apoyar al sistema imperante- se expresen “libremente”.

    Yo con la experiencia que tengo sobre la forma de actuar de ese régimen, aun ahora en que el histórico primero de todo está en una situación que no se puede catalogar de ni de vivo ni de muerto, permanecería callado; es más, estaría mas callado que antes. Esta revisión de opiniones “populares”, por parte del castrismo, me recuerda el periodo anterior a la revolución cultural china, donde hubo una aparente relajación del totalitarismo maoísta, para que luego de identificar a todos los disconformes y otros elementos capaces de pensar con cierta independencia; fueran perseguidos, encerrados y muertos. Esta revisión de los criterios cubanos en relación con la realidad cubana tiene la misma apariencia de aquel criminal acto chino. No olvidemos que ambos regímenes tienen un mismo origen y desgraciadamente han sido dirigidos por iguales criminales que han demostrado odiar profundamente a su pueblo, y que han sido capaces de cualquier cosa con tal de mantenerse en control del gobierno sobre toda circunstancia. Yo no creo en apertura ninguna con gentes como los actuales líderes castristas. Son los mismos que asesinaron a cientos de miles de cubanos, son los mismos que han dicho una y otra vez que no cederán un paso ni permitirán ningún cambio hacia la democratización de Cuba. ¿Qué se puede esperar de estos elementos? Nada bueno, desde luego. De los mismos se ha de esperar… lo mismo.

 

 

Cuba en el Mundo - Artículos
Asunto: La Verdadera Historia de CubaNet

Noticuba Internacional
Jueves, 18 de octubre del 2007


"...pienso en Rosa Berre, aquella sencilla e inteligente cubana que en 1994 fundó CubaNet desde la cocina de su casa en Estados Unidos..."


Nota de la redacción de NCI: En el día de ayer Noticuba internacional se hizo eco de un articulo enviado desde la Habana por la periodista independiente Tania Díaz Castro, a través del cual se resaltaba la labor y dedicación de la difunta Rosa Berre al frente del medio Cubanet.
Lamentablemente la nota de la compatriota Díaz Castro originó sentimientos encontrados en varios de nuestros lectores los cuales vieron en la misma una distorsión de la verdad sobre quienes y como se fundó Cubanet.
Noticuba Internacional siempre se ha caracterizado por ser un medio independiente al servicio de la verdad, es por ello que consideramos nuestro deber y obligación hacerle llegar a nuestros lectores el articulo del Sr. Santiago de Juan, donde narra pormenorizadamente toda la historia sobre la fundación de Cubanet en 1993.

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La Verdadera Historia de CubaNet


    El Huracán Andrew, en Agosto de 1992 hizo que trasladase la mayor parte de mi negocio para Miami y sus alrededores. Los contratos para construir en el área de Orlando fueron pospuestos y esto me dio la oportunidad de prácticamente vivir, aunque solo por unos meses, en Miami.
    Durante ese tiempo, tuve la oportunidad de conocer en un restaurante de Kendall, que por estar cerca de nuestro negocio, tener buena comida y muy buen servicio, a diario desayunábamos y varias veces a la semana cenábamos. Así comenzó mi contacto con un cubano que había conseguido una lista de más de 300 direcciones electrónicas cubanas y se dedicaba a enviar información no solicitada. Aquello me fascinó y una vez obtenida dicha lista, mi poco tiempo libre de cada noche lo dedicaba a enviar yo también información. Desde un principio, estuvimos de acuerdo de que, la información no podía ser ofensiva, sino informativa y de carácter no político. Claro, que entre col y col siempre se colaba una lechuga.
    Hay que recordar de que para aquel entonces, Internet estaba en pañales, América on Line comenzaba a funcionar y cobraba por hora de servicio, lo que a veces resultaba en pagos mensuales que sobre pasaban los $300.00. Increíble pero cierto.
    Para mediados de 1993, no recuerdo exactamente como, hubimos de descubrir que José Valdés, que vivía en Boyton Beach, Florida, también se dedicaba a enviar información electrónica a Cuba y ambos compartíamos los mismos problemas: Cuba bloqueaba los "screen names" que usábamos, lo que nos obligaba a crear nuevos nombres todas las semanas. José también era miembro de una lista llamada Cuba-L que operaba desde Canadá, un cubano de apellido Garcés. En esa lista, también se encontraba Omar Galloso y el Dr. José Alberto Hernández.
    Un día, Omar sugirió la creación de una organización para juntar nuestras fuerzas y hacer algo más efectivo de lo que individualmente hacíamos. Al llamado respondimos cuatro personas: Miguel Casuso, Ignacio Fiterre, José Valdés y un servidor. Pocas semanas después, antes de terminar el año, nacía CubaNet.
    En los primeros meses de organización hubo una discrepancia entre José Valdés y Miguel Casuso. José, como individuo, había enviado información masiva a Cuba, pues de todas formas, sabia que nos tenían tan vigilados que solamente podíamos usar un "screen name" solamente una vez. Miguel Casuso regañó a José por tal acción. José argumentó (y yo estuve de acuerdo con él) que lo había hecho como individuo, no representando a CubaNet. De paso, ahora no recuerdo si el nombre CubaNet fue presentado entre otros muchos, por mi o por José. De aquel encuentro resultó que José pidió no ser parte de CubaNet, pero que el seguiría contribuyendo con nosotros pero simplemente como un asociado voluntario. Y así comenzó a funcionar CubaNet. Omar se encargaba de llevar la página de Internet mientras que yo me ocupaba principalmente de la organización de la misma.
    Después de algún tiempo y de haber tenido problemas con AOL, quien en más de una ocasión, debido a las quejas de Cuba quiso controlarnos, decidimos incorporarnos. Recuerdo que por fin Cuba se cansó y simplemente hubo de bloquear todo lo que le llegaba desde AOL, lo que nos obligó a José y a mi, buscar otros servicios, que comenzaban a crearse, para continuar con nuestra obra.
    Repito, como parte de mi trabajo era organización, comencé a reclutar a personas para la organización, siendo unas de las primeras José Alberto Hernández y Rosa Berre. José Alberto vivía en Texas y Rosa en Virginia.
    Los gastos de CubaNet eran mínimos, los cuales al principio fueron solventados por Omar y yo. Al momento de crear la corporación, conseguí a un abogado cubano en Miami (siento ahora no recordar su nombre) que cuando le expliqué la razón de nuestra necesidad, se brindó a crear la corporación pro bono, pagando el los impuestos que requería el Estado y hasta conseguirnos el status de Non-Profit.
    La organización funcionaba recogiendo artículos de diferentes fuentes, voluntarios los "escaneaban" destacándose entre ellos un americano que estaba casado con una cubana llamado Dave Morgan. Casuso desde San Francisco hacia muy buenas traducciones, al inglés y al español. Esta forma de informar hubo de traernos quejas de ciertas fuentes que nos acusaban de infringir los derechos de autor, lo que nos hizo pedir permiso, aunque seguíamos distribuyendo aunque no nos fuese otorgado. Así, poco a poco, comenzó a crecer la organización. Un día, Rosa dijo que a través de un amigo de ella que estaba en Cuba (y que poco después vino para Estados Unidos) llamado Modesto Arocha, podría telefónicamente recibir información desde Cuba. Así comenzaron las llamadas a Cuba.
    Pero, esto hubo de aumentar los gastos, que comenzaron a sobrepasar los mil dólares al mes, lo que, en palabras de Omar, solventaríamos los "tres gatos de siempre" (el, José Alberto y yo). Comenzaron las gestiones para conseguir dinero de afuera. CubaNet comenzó a crecer, cuando hube de reclutar, entre otros a: José Luís Comendeiro, de Eslovaquia, Alfredo Herrera, de Alemania, Reginaldo Blanco, España, Pedro Martori, de Canadá, José Luís Fernández, California, Miguel Uría, New Orleáns, Heidi Estrada, Miami, comenzaron a ofrecer sus artículos distintos periodistas cubanos. Fue entonces cuando fueron bautizados como "Periodistas Independientes" y me gustaría saber por quien.
    Para grabar las llamadas, conseguí un sistema usando un dispositivo que activaba una grabadora de casettes en cuanto se levantaba el auricular para hacer la llamada. Varias se colocaron en distintas casas, entre ellas, la de Lourdes Arriete, quien además de hacer las llamadas a Cuba, transcribía a formato electrónico las mismas y las traducía, dedicando un tiempo inmenso a esta tarea. Teníamos muchos otros voluntarios, que ahora desgraciadamente no recuerdo sus nombres, que se dedicaban a transcribir y distribuir a distintas personas para que fuesen traducidas a distintos idiomas. La operación se perfeccionó de tal manera que en menos de 48 horas los artículos grabados, transcriptos, traducidos y publicados en nuestra página electrónica.
    Nuestra primera ayuda económica vino a través de Frank Calzón, del Center for a Free Cuba. En pocos meses, tuvimos la primera ayuda grande, y esta fue de unos $16,000.00 de la National Endowment for Democracy (NED). Los gastos normales de CubaNet ascendían a unos $5,000.00 al mes. A la NED había que rendirles informes trimestrales de los gastos, tarea que había caído sobre mí, pues la parte de llevar la contabilidad era también mi responsabilidad. Los gastos eran mínimos (la mayoría de ellos era por servicio de larga distancia a Cuba y algunos equipos como computadoras que se compraron para proveer a los voluntarios que hacían transcripciones y traducciones) ya que originalmente, CubaNet operaba sin oficinas, teniendo primero como dirección oficial la casa de Ignacio Fiterre y mas tarde la mía en Orlando, donde todavía sigo recibiendo mensualmente información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a donde solicité membresía para CubaNet.
    Ya para 1997, NED estaba contribuyendo más de $40,000.00 al año y yo tenía dificultad en justificar gastos. Había equipos, como computadoras lap-tops que se enviaban a Cuba vía clandestina y para los cuales no existían recibos. Además, los periodistas independientes comenzaron a reclamar que se les pagara y esto fue motivo de un gran debate, de una parte todos ellos y de la otra yo.
    Mi posición era simple: Si en Cuba el sueldo mensual de un Doctor en Medicina era de unos 350.00 pesos al mes (el cambio estaba de 23 pesos por dólar) o séase, menos de $16.00 dólares, si pagábamos $25.00 al mes, el periodista enviando un articulo por semana ganaba mas que un medico. Los periodistas demandaban $100.00 como mínimo al mes.
También había su excepción, pues Raúl Rivero quería $200.00 al mes más una cantidad por cada artículo. En mi argumentación, no trataba de escatimar ni ponerle precio al trabajo de nadie, simplemente trataba de no brindar municiones a Fidel, quien tildaría a los periodistas de mercenarios a sueldo de la CIA.
    En estas discusiones, Rosa siempre llevaba la voz cantante en favor de enviar más dinero a Cuba. La distribución del dinero se hacia en Miami y era Rosa quien decidía cuanto y a quien se le enviaba. Mi último razonamiento era que el envío de dólares a Cuba era además ilegal.
    En el año 1996, leí un articulo no se donde que firmaba Agustín Blázquez. Me puse en contacto con él y le brindé los servicios de CubaNet el que este aceptó con mucho gusto y comenzó a enviármelos regularmente, los que yo remitía a Miami para su publicación. Un día, no publicaron un par de ellos y cuando pregunté, Rosa me dijo que este individuo "le tiraba demasiado a Fidel". Aquello me hizo hervir la sangre en las venas. Y los artículos Agustín se siguieron publicando.
    Pero poco a poco, pequeñas cosas que por separado no habían presentado mucho, unas vez que se fueron acumulando hizo que investigara. Fue cuando investigué sobre el pasado de Rosa Berre y de su marido, Carlos Quintela. Pero ya era demasiado tarde. Reconocí había cometido un gran error.
    Pero lo que hubo de llenarme la cachimba de tierra no fue todo lo anterior, sino información que recibí de que CubaNet estaba tratando de abrir una oficina en Cuba y que había puesto un link de Gramma, Juventud Rebelde y Prensa Latina en nuestra pagina. Esa medida estimé conllevaba un cambio muy grande y estimé debió ser discutida y aprobada por todos los directores de CubaNet, que en aquel momento éramos oficialmente: Omar Galloso, Ignacio Fiterre y Rosa Berre en Miami, Frank Casuso en San Francisco y yo en Orlando. Además, se había presentado y aprobado con anterioridad que Lourdes Arriete pasase a ser también Director de CubaNet, lo que le daba derecho a votar, pero que todavía no se había inscrito como tal con el Departamento de Estado de la Florida, División de Corporaciones.
    Protesté y mi protesta fue rebatida con arrogancia, principalmente por Rosa. El intercambio por medio de mensajes electrónicos y llamadas telefónicas fue tomando dimensiones no esperadas. Pero siempre todo dentro de nuestra organización. Hasta que se recibe de Cuba un artículo de David Orrio y otro de los periodistas independientes, en el cual comentaban sobre lo que internamente ocurría en CubaNet, ambos defendiendo la posición de Rosa. ¿Cómo es que esta gente se enteró? Me pregunte. Llamándoles a Cuba me enteré. Orrio que antes sonaba sumiso ahora resonaba altanero. El otro periodista, sin embargo, me pidió excusas por su artículo, pues me dijo había sido mal informado. Mi sorpresa fue aun mayor cuando recibí llamada de Anita Snow de la AP que quería le informase que estaba pasando en CubaNet, así como de CNN. Cuando les pregunté como se habían enterado, me dijeron que en Cuba y no por quien.
    Convoqué a una reunión. Contaba con el respaldo de Lourdes Arriete, el de Mike Casuso (quien no podía venir a la reunión pero que nombraría a alguien para que votara by Proxy) y casi seguro que también el de Ignacio Fiterre. Pero se las arreglaron para anular a Lourdes porque esta no aparecía "oficialmente" como directora. Mike dijo que el NO podía delegar en nadie su voto, por lo cual se abstenía de votar. Los votantes ahora eran solamente cuatro. Dos días antes de la cita, tuve que ser ingresado en un hospital por diverticulitis. Le di poder a Lourdes para que me representara en la cita.
    La votación fue tres a uno. Los nuevos ejecutivos de inmediato cambiaron el nombre de la corporación a CubaNet News. Todos los miembros de CubaNet.Org fueron eliminados. Como moralmente no podían eliminarme, me ofrecieron mi misma posición de Secretario de la nueva corporación, pero SIN VOTO. Al parecer, para algunos, el significado de democracia jamás fue asimilado y para otros, les resultó más fácil mirar hacia el otro lado. Por supuesto que NO acepté.
    En el reporte al Departamento de Estado, División de Corporaciones de Estado de la Florida de 1996, aparece eliminado el nombre de José Valdés (lo pusimos originalmente en contra de su voluntad por consideración a ser un miembro fundador) y en su lugar pusimos el nombre de Omar Galloso con el cargo de Presidente.
    En el Reporte anual a la división de Corporaciones del Estado de la Florida de 1997, aparecen como directores: Omar Galloso, Presidente pero sustituido por José Alberto, asumiendo el cargo de Vice. Fiterre como Tesorero. Rosa como Vice.
    Sin embargo, en el Reporte del año 1999, Omar Galloso es eliminado totalmente y la presidencia es reiterada a José Alberto Hernández. Ese mismo año, hube de enterarme por un amigo, quien me dijo había hablado con Omar y este le había expresado el haber estado apenado por lo que se me había hecho en CubaNet.
    Así fue como nació CubaNet.

    Santiago de Juan


 

 

 

 

 

Anita Snow, corresponsal de la agencia AP en Cuba, se propuso sobrevivir un mes con los $17 dólares mensuales que reciben los cubanos para vivir. La periodista, que perdió nueve libras durante ese mes, señala que la experiencia le ha enseñado ¨lo que los cubanos ya tienen bien aprendido, que es planear sus presupuestos cuidadosamente, no comprar sino lo estrictamente indispensable y no desperdiciar nada de comida¨. AP

 

 

 

 





 

 

Univision Radio

 

 

E.P.D.

 

Agustín Tamargo.

 

MIAMI.- Este miércoles, se apagó la voz de Agustín Tamargo. Después de una larga y penosa enfermedad, el indomable periodista falleció en el hospital Mt. Sinai, rodeado de sus familiares y amigos.

 

Sobre su vida

“La muerte de Agustín Tamargo, mi compañero de trabajo en Radio Mambí, por más de 21 años, me hace recordar las palabras de mi compatriota y gran poeta Rubén Darío, que dijo: 'por eso ser sincero es ser potente'. Y Agustín Tamargo fue un hombre sincero, y por eso su potente personalidad vivirá por siempre”, nos dice el periodista Rafael Mojica Obregón.

Sarvelio del Valle nos dice que Tamargo era un compañero de trabajo cuyo amor por Cuba era el único tema de la conversación diaria.  "Aunque los deportes no estaban en su agenda, me demostraba su cariño con detalles, regalándome revistas y material referente a mi trabajo deportivo", recuerda Sarvelio.

“Cuando escuchabas a Tamargo durante cinco miutos, conocías Cuba”, dijo Eduardo González Rubio. “Es impresionante que desde las primeras horas de la mañana, cientos de personas están llamando a Radio Mambí para expresar su dolor.” 

Tamargo nació en Puerto Padre, Cuba, el 14 de agosto de 1926, y en sus programas siempre hablaba de su pueblo natal con mucho orgullo. 

Su larga y brillante carrera periodística cubrió la prensa escrita, radio y televisión. Fue columnista de las Revistas Bohemia en Cuba y en Venezuela; del periódico Avance en Cuba; de los rotativos Diario las Américas y El Nuevo Herald en Miami, así como colaborador de numerosas publicaciones en Latinoamérica . 

También fue director del primer canal de televisión a colores en Cuba.  Trabajó en varios países, su amada Cuba, Venezuela, Argentina y en Estados Unidos, en Nueva York y Miami.

Desde los años 80, Tamargo conducía el popular programa En Caliente, que se trasmitía diariamente por Radio Mambí 710 AM.  También participaba en Mesa Revuelta que dirige Armando Pérez Roura desde su comienzo, con Chicho Jordán, Ernesto Montaner y Juan Amador Rodríguez en los primeros años del programa, y Ninoska Pérez Castellón y Enrique Encinosa, en esta última etapa. 

“Hasta sus enemigos lo respetaban porque era honesto y vertical”, nos dice Lourdes d´Kendall.

“Mucho antes de conocerlo personalmente, sabía que Agustín Tamargo era un ser irrepetible”, nos dice el periodista Rafael Martínez Sixto.

“Ya sabía de su obra y pensamiento en prensa escrita y radio. Cuando lo conocía, cuando día tras día intercambiaba criterios con él, fui comprendiendo que sus conocimientos políticos, históricos y culturales no sólo eran vastísimos, sino que sus análisis eran muy certeros.

Claro, por encima de cualquier consideración, Tamargo, además de ser un ser humano bueno, era un periodista cuya conducta profesional dejó siempre como enseñanza que la pluralidad de criterios, y el respeto a ellos, es uno de los factores decisivos para vivir en democracia”, concluye Martínez Sixto.

Con amplia cultura, manejo de información y un estilo directo y profundo, Tamargo alcanzó los primeros planos del periodismo continental.

 Miguel Sánchez, productor y escritor nos dice que Cuba murió anoche en esta ciudad porque murió Tamargo. “Hombre sencillo y de letras, profesional y demócrata, luchador por los derechos del hombre e incansable amante de la libertad de nuestra tierra cubana, hablaba todas las tardes con Dios, como confesaba públicamente. 

Sólo él y Dios se encontraban en el jardín de su casa, y allí Agustín le preguntaba por qué precisamente él para poseer tan maldita enfermedad. Se calmaba luego y lamentaba el que no podría ver a Cuba libre”, recuerda Miguel.

Compartimos nuestro dolor con todos los cubanos y damos nuestro más sentido pésame a su viuda Rosalba; a sus hijos, nietos y demás familiares, así como a sus compañeros de trabajo. Su cadáver quedará expuesto este viernes 9 de marzo, en la Funeraria Caballero Rivero Woodland, situada en 8200 SW. 40 Street, Miami, de 6 p.m. a 12 de la medianoche.

Cuba murió anoche otra vez vestida de Agustín Tamargo, el hombre y el amigo, pero quedará su voz, sus recuerdos y sus acciones porque Agustín es ya "Cuba primero, Cuba después, Cuba siempre".

 

    Este sentido artículo de Agustín Tamargo, que reproducimos a continuación. fue leído por su hija Eva durante la misa, oficiada por Monseñor Agustín Román, que se llevó a cabo el sábado 11 de marzo en la Iglesia St. Kieran  antes del funeral, y también fue leído por el Director de Radio Mambí 710  AM, durante la Peña Mambisa del domingo 12 de marzo.

 

ESE VIEJO SOY YO

 

            Todos los días, cuando bajo a desayunar, me encuentro a un cubano, a muchos cubanos. Son como han sido siempre los cubanos a través de los tiempos: alegres, comunicativos, francos. Hablan de muchas cosas pero hoy especialmente de una: del regreso. ¿Está cerca? ¿Está lejos? ¿Cómo se presentará? ¿Qué hay que hacer para ayudar a que se produzca? ¿Qué hay que hacer para que no se demore?

            Uno de esos cubanos, sin embargo, es un hombre silencioso. Lo oye todo pero no dice nada. ¿Quién era allá en Cuba? ¿Qué dejó detrás en esta trágica fuga impuesta por la tiranía? No lo sé. Siempre me saluda cortésmente pero no emite una sola palabra.

            El otro día, sin embargo, se me acercó y me entregó un papel. "Esto es para usted " me dijo. "Léalo, yo se que usted me va a entender". Guardé el papel en el bolsillo y cuando lo abrí y lo leí al llegar a mi oficina comprendí que aquel cubano era más hermano mío que todos los demás.

            Porque su miedo es el que yo también guardo en mi pecho: El de que nos cierren un día los ojos bajo cielos extraños sin poderle dar al sagrado suelo de nuestra Isla el beso de despedida. Sería como morir dos veces.

            La nota del cubano silencioso decía así:

“Cuando yo hablo con Dios -y hablo con más frecuencia de lo que la gente cree- siempre le digo esto: <Yo me estoy portando bien contigo. Estoy refrenando en mí todo lo que a ti te molesta. Y me conduzco con mis hijos, mis amigos, y mis compañeros, de manera más generosa que muchos de los tuyos que van a la Iglesia todos los domingos y comulgan con los ojos cerrados.

Pero eso sí, yo te quiero pedir una cosa. Castiga lo que encuentres de malo en mí, prívame de cuanto placer sensual o material pueda la vida haberme proporcionado. Pero nunca me impongas una pena que dejaría a mi ser espiritual sin sentido alguno>.

            —¿Y cuál es esa pena?— Me susurra él, moviéndose, como siempre, sin dejarse ver, entre las hojas de los árboles.

            <Me la quitaste un día; me llevaste a mi madre y a mis hermanas sin dejarme darles el beso del adiós final y has hecho que yo sustituya las vivencias de una casa, un pueblo y unos seres de mi ser más íntimo con unas fotografías viejas que no son más que un eco mustio de la realidad.

            Todo te lo perdono. Tú eres ignoto, tú tienes siempre misteriosas razones que están más allá de nuestra comprensión, como pensaba Abraham cuando levantó el cuchillo frente al cuello de su inocente Isaac. Así, pues, alguna razón tendrás para haber privado a parte de un pueblo bueno de la tierra, el aire y el sol donde los trajiste a la vida, hecho que los ha convertido en sombras.

            Pero, por favor, ten piedad mí, de este hijo tuyo, y vuelve tus ojos a tanta desesperación y tantas lágrimas. ¿Tú no crees que sean ya suficientes? Yo sí lo creo. Y te digo de nuevo: a este ser que te habla no le hagas caso de lo que dice si no quieres pero no le cierres los ojos lejos del sitio de donde lo sacaste de la nada. Sé generoso. Sé magnánimo.

Devuélvelo allá, aunque nadie lo esté esperando. En esta o en la otra vida, en cualquier vida, ese ser te pagará con lo que le pidas el don único de permitir que él sea al final lo único que quiere ser: tierra de su tierra. Así pienso, y así actúo yo, muchas veces, casi todas las veces>.

Pero cuando consulto a un amigo escéptico que tengo, éste siempre me habla de esta manera:

—Tú no sabes lo que te espera—, dice. —Tú estás clamando por regresar a una nación, a un pueblo, a una casa, que dejaste un día y crees que siguen siendo los mismos. ¿Quién te lo asegura?

            ¿Crees tú, me dice él, que década tras década, amontonada sobre hombres y cosas, no han debido producir en ellos una mutación completa? Tú hablas siempre de Cuba, todos ustedes los exilados, porque la perdieron, siempre están hablando de Cuba. ¿Cuál Cuba? ¿La que ustedes dejaron? ¿Dónde está esa Cuba? ¿En quÉ escondido rincón yacen hoy la generosidad, el coraje y la radical defensa de la justicia que caracterizaron a aquella Cuba que le entregamos entre todos a un farsante un día? ¿Son las familias las mismas?

¿Son los pueblos los mismos? ¿Son los hombres, las mujeres y los pueblos los mismos? ¿Son los hábitos familiares y sociales, es el clima de anarquía social, la hermosa anarquía política de ayer, en la que nadie se casaba para siempre con nadie, los mismos de hoy?—

            Mi amigo es un escéptico. No lo culpo. Su confianza está quebrantada por años de prisiones, golpeaduras y vejaciones de toda índole. Después añade con voz quebrada por la amargura:

            —Te seré sincero: para lo que vamos a encontrar, mejor sería quedarnos aquí.

Es como el que tuvo una novia radiante, hermosa, y la encuentra años después convertida en una vieja gritona y maloliente. Una frustración capaz de matar al enamorado más ardoroso. Lo único bueno de esto, termina diciendo, es que tú ya no eres joven y en consecuencia es poco el tiempo que te queda para sufrir. Lo terrible va a ser para los que están empezando la vida—.

            Llegó, por fin, mi amigo, a donde yo quería llegar, al marco del tiempo, que determina todos los escenarios. No se lo dije a él pero se lo digo siempre al final al Todopoderoso. Es mi oración definitiva. Reza así:

            <Tú, que has hecho tantos milagros ¿por qué no me haces a mi este? Tú, que todo lo das, ¿por qué no me quitas a mÍ, cincuenta, cuarenta años, los que quieras, y me devuelves la ilusión, el optimismo, el agresivo estado de ánimo que va siempre con la juventud? Porque eso, ser un cubano joven, es lo único que yo quisiera ser hoy, o mañana.>

            —¿Y para qué?— Me dice la voz ignota que sólo escucho yo.

Y le contesto: <para una sola cosa, para unirme a ese ejército de almas puras, de espíritus vírgenes, que está oculto en alguna parte de la Isla y que hundirá un día su mano en lo más profundo de la tierra hasta encontrar las sagradas raíces de un patriotismo y una cubanía espiritual perdidos y crear con ellos otra Cuba.

Otra no, la misma del 68 y el 95. La misma de los años treinta. La Cuba en la que uno de sus hijos era blanco y el otro negro, uno rico y el otro pobre, pero todos se convertían en un solo hombre cuando la nación estaba en peligro ante enemigos propios o extraños. Ese milagro viene. Mi amigo escéptico no lo cree, pero yo sí>.

            —¿En qué te basas para alimentar esa fe? Me dice él.

            Y yo le contesto: <En nada. O sí: en algo. En esto que acaso tú no entenderás: en un susurro misterioso que escucho algunas tardes entre las hojas de los árboles de mi patio>”.

Cuando terminé de leer la nota sentí que las lágrimas brotaban de mis ojos. Me eché el papel en el bolsillo y me dije a mí mismo: Ese viejo soy yo.

 

Por Ramiro Arguello Hurtado *
Medicina Cubana Blogspot
La Nueva Cuba
Junio 25, 2006

La psiquiatría cubana

La psiquiatría cubana ocupa un sitial de honor entre los organismos represores de los derechos humanos del orbe. Su prontuario es apabullante por su bestialidad sin paliativos. Al acceder fungir como mera polea de la maquinaria del terrorismo de Estado castrista, la psiquiatría cubana ha renunciado lastimosamente a su condición de ciencia biológica y del espíritu, remitiéndonos a los experimentos humanos (incluyendo vivisección) practicados por los nazis en los campos de exterminio de Dachau, Buchenwald, Auschwitz.

La extinta Unión Soviética maximizó el abuso psiquiátrico sistemático, incluso se sacaron de la manga una ridícula categoría diagnóstica: esquizofrenia retardada. La categoría de marras fue creada ad hoc para serle aplicada a los desafectos al estado totalitario comunista. Los cubanos han ido más allá al utilizar con soltura tres métodos pertenecientes al arsenal de la psiquiatría científica: electrochoques, químicos y medicamentos psicotrópicos.

En enero de 1979 el gobierno cubano puso en vigencia un Código Criminal en el que tipifica innumerables actividades políticas como crímenes comunes. Al quedar clasificados los actos políticos como actividades criminales comunes disminuye de manera automática, hasta desaparecer, la cifra de prisioneros políticos en Cuba. El inefable Eduardo Bernabé Ordaz Ducungé, Director del Hospital Psiquiátrico de La Habana, afirmaba con desfachatez no hace demasiado tiempo: “No disponemos de información acerca de la utilización de la psiquiatría para otros propósitos que no sea el bienestar de los mentalmente enfermos. No se puede hablar de prisioneros políticos porque no existen prisioneros políticos en nuestro país. Nuestros prisioneros son terroristas”.

Se trata de una maniobra tan cínica como artificiosa. La criminología cubana asevera que el capitalismo es el origen de la conducta criminal. El socialismo erradicaría el basamento de la conducta criminal (¿cómo explicarían los teóricos marxistas el hecho escueto que después de décadas de revolución y educación para el hombre nuevo, con el menor resquicio como sucedió en el caso Mariel, decenas de miles de cubanos abandonaran la isla paradisíaca? Entre esa masa humana se confundían miles de sociópatas y delincuentes de alta peligrosidad. ¿Dónde están las virtudes de la educación socialista?).

En teoría no pueden existir criminales en la utopía comunista (a la que nuestros izquierdistas locales persisten en adscribirse hábilmente agazapados en organizaciones-pantalla; de hecho controlan la mayoría de los medios autoproclamándose sociedad civil. Y los que no pertenecemos a su sociedad civil, ¿qué somos? En caso de que apareciera un caso esporádico se recurre a la re-educación. Para aplacar la disidencia se recurre a un retorcido expediente: son agentes de una potencia extranjera o son enfermos mentales. Los disidentes pasan de facto por una detención secreta a perpetuidad y sin mediar acusación previa. La seguridad del Estado está facultada para emitir diagnósticos psiquiátricos: el psiquiatra se convierte en esbirro, el esbirro en psiquiatra. La psiquiatría (especialidad nobilísima) pasa así a ponerse al servicio de una perversa ideología totalitaria: La comunista. No es inusual que un desafecto político cuerdo sin antecedentes de enfermedades mentales sea remitido a una de las inenarrables “salas forenses” de nosocomios reservados para criminales desquiciados de alta peligrosidad (pervertidos sexuales, vesánicos, sociópatas). El objetivo es evidente: desmoralizar, intimidar, fracturar voluntades. El itinerario usual del objetor es el que sigue: puede ser internado en las “salas forenses” Carbó-Serviá o Castellanos del Hospital Psiquiátrico de La Habana (popularmente conocido como Mazorra). Por supuesto existen otros destinos.

Mencionemos el Hospital Gustavo Machín en Santiago de Cuba o el amedrentador Hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este en La Habana. Las mismas autoridades sanitarias cubanas aceptan con indecible cinismo este estado de cosas. Un estudio sobre las “infracciones disciplinarias” en la “sala forense” de mujeres Córdova del Hospital Psiquiátrico de La Habana (aparecido en la propia revista de dicho nosocomio en 1984), informa sin ningún rubor (incluso con alborozo) que 4.6 por ciento de las reclusas habían sido sentenciadas por crímenes contra la seguridad del Estado o contra el orden público. El mismo estudio menciona con candor al Departamento de Seguridad del Estado como “proveedor” de reclusos al nosocomio habanero. La indiferencia criminal de la psiquiatría cubana en afinar diagnósticos aplicables a los insumisos se explica en la motivación última de la represión psiquiátrica: castigar y torturar. Cualquier diagnóstico resultaría enojoso y superfluo. La terapia electro convulsiva (electroshocks) está indicada para escasas dolencias mentales (depresión severa, esquizofrenia catatónica). Se administra en ambiente hospitalario por un psiquiatra asistido por un anestesiólogo bien entrenado. Las autoridades cubanas piensan de manera diferente: la terapia electro convulsiva se aplica alegremente en las “salas forenses” para castigar a los insumisos y persuadirlos a que reconsideren sus actividades.

Los compañeros de disidencia y familiares son obligados a presenciar el espectáculo. Existe evidencia sobre “pacientes” que han recibido hasta 24 tandas de electrochoques (Jesús Leyva Guerra, dirigente sindical y activista de derechos humanos recibió las 24 tandas de rigor. En 1981 la doctora Carmen Betancourt le diagnosticó esquizofrenia paranoide. En 1983 otro esbirro de bata blanca (Dr. Enrique Font) le endilgó el mismo diagnóstico. En 1985 otro esbirro de bata blanca, el Dr. José Pérez Milán, insistió en el diagnóstico. En 1986 el Dr. Orlando Lamar-Vicens prescribió electrochoques y psicofármacos. En 1988 fue a parar de nuevo a las manos del compasivo Lamar-Vicens. El galeno recetó 12 tandas de electrochoques. En octubre de 1989 Leyva logró abandonar Cuba. Vive actualmente en La Florida). Nunca se les ofreció a los insumisos la opción de rechazar el “tratamiento” (consentimiento informado). Los psicofármacos, de preferencia la cloropromazina (un antipsicótico sedante) son utilizados con envidiable liberalidad. No se tiene en cuenta la larga lista de efectos colaterales adversos, en particular los llamados “extrapiramidales”, causados por la acción del químico en la zona del cerebro responsable del movimiento, la locomoción y la coordinación. Los insumisos son obligados a deglutir las tabletas. Los que se niegan son sometidos a severas golpizas. Siempre queda el curso de mezclar el fármaco con los alimentos. Para la comunidad psiquiátrica internacional los pacientes con dolencias mentales poseen los siguientes derechos:

1) Derecho al tratamiento individual; 2) Derecho a la oportunidad de ser curado (o aliviado) en un período de tiempo razonable; 3) Derecho a un ambiente físico y psicológico de carácter humano y con higiene decorosa; 4) Derecho de rehusar tratamientos; 5) Derecho a no ser utilizado en tratamientos experimentales sin consentimiento previo; 6) Derecho a ser tratado y cuidado por personal capacitado; 7) Derecho a ser ingresado de manera que se garantice la seguridad y la vida del paciente y las personas de su entorno.

No deja de ser una sangrante ironía que Cuba sea signataria de la Convención Internacional contra la tortura y otros tratamientos y castigos crueles, inhumanos o degradantes, firmada en La Habana el 27 de enero de 1986.

 

 

Este artículo salió publicado en un periódico en El Salvador.

 

UNA MIRADA A CUBA

por Rodrigo Siman Siri*

*Médico Pediatra y columnista de El Diario de Hoy.


Hospital Clínico Quirúrgico, La Habana, Cuba


    Hablar de Cuba es hablar de un paraíso donde la belleza natural se entremezcla con el sueño de todo un pueblo bueno y trabajador.
Estoy sentado en el balcón de un hotel de La Habana, viendo uno de los
atardeceres más alucinantes que jamás haya imaginado, con una mezcla de sentimientos tan fuertes como el olor de los puros cubanos.

    Pensé que escribir unas líneas sobre Cuba iba ser de lo más sencillo después de estar aquí por una semana, pero es difícil ser objetivo cuando las ideas se nublan y los ojos se humedecen constantemente con la cantidad de sensaciones vividas en esos días.

     Fui invitado por las autoridades de salud de este bello país con motivo de un congreso medico, perfectamente organizado por los galenos cubanos. En el congreso tuve la oportunidad de ver al legendario Fidel Castro. Que no es más que los restos de lo que ha de haber sido un fornido guerrillero.
    Llegó fuertemente custodiado en su caravana de tres Mercedes Benz negros, exactamente iguales a los que utiliza el general Pinochet.  Casualidades de la vida, pensé.

     Vimos a un anciano vestido de verde olivo hablar confusamente en el foro por más de una hora sobre mil cosas, palabras sueltas sin mensaje alguno, desde la guerra en Iraq hasta los mosquitos que causan el dengue.

    Como médico llegué a Cuba sabiendo que si bien aquí no habría libertades, el sistema de salud era uno de los mejores del mundo, pues así lo reflejan sus indicadores de salud y sociales y nos lo repiten constantemente los dirigentes del FMLN.

     No sé qué parámetros utilizan los políticos en Cuba, pero ayer un niño que parecía de siete anos me contó que acababa de cumplir 15, y en sus pellejos traslucía una desnutrición severa y crónica.

    Pedimos visitar un hospital y se nos llevó a un hospital turístico exclusivo para extranjeros, elegante e impecablemente limpio, para
después enterarnos de que los hospitales públicos son paupérrimos y se ven más destrozados que nuestro hospital Rosales. Son viejos, con filas eternas de gente esperando ser atendidas, escasos de medicinas y con un personal de salud exigiendo, por debajo de la mesa, algunos dólares extras a los usuarios si se quiere que el enfermo se atienda oportunamente y con las mejores medicinas. Y mi mayor sorpresa fue saber que un médico especialista gana mensualmente la cuantiosa suma de $20 al mes. Así es
, 20 dólares al mes, cuando una botella de agua cuesta $1 en la calle, agua que por cierto no se puede tomar del chorro pues está contaminada, según nos advirtieron los colegas de Cuba. Si todo esto sucede en La Habana, me imagino lo que será en las provincias rurales.
   
En Cuba verdaderamente no hay mendigos harapientos ni niños descalzos deambulando por las calles. Pero sobran los viejos, jóvenes y niños que se acercan a los turistas en los restaurantes rogando por unas monedas o un pedazo de pan.

    Los turistas tienen acceso a los lugares creados exclusivamente para ellos, hoteles gigantescos, restaurantes de lujo, todo en dólares por supuesto. Los cubanos sólo pueden ser testigos pasivos de la buena vida que se le ofrece al extranjero. Como me comentó un amigo taxista con los ojos humedecidos por la rabia y la tristeza: acá los turistas son los humanos y nosotros somos los extraterrestres.

    Descubrir Cuba y su gente es descubrir el heroísmo y la valentía de un pueblo que vive o más bien sobrevive en un régimen de opresión, miedo y miseria. Gracias al auge del turismo que hay en este país, los cubanos pueden ver ahora las diferencias entre ellos y el mundo libre.
    Al bajar del avión se me acercó calladamente un señor y luego de preguntarme de dónde era, me pidió un periódico de El Salvador; están hambrientos de noticias reales del mundo real, no de esta fantasía creada por sus autoridades, que acá ya nadie se la cree. Muchos me han preguntado por nuestro presidente Flores, quieren saber cómo es su personalidad, están impresionados con él, ya que es el único que ha puesto a Fidel en su sitio.

    De todo esto se han enterado porque alguien les ha contado, ya que esta noticia, como muchas otras, nunca se transmitió en Cuba.
    La semana pasada fueron fusilados en La Habana tres jóvenes por haber sonado con su libertad y haber tratado de huir de Cuba en una lancha robada. Por este grave  delito, fueron juzgados en un día, y 24 horas después, fusilados salvajemente, como ejemplo para el pueblo de lo que le puede suceder al que esté en contra del régimen. Cuando me contaba este injusto hecho una hermosa cubana con una mirada conformista, sólo se me ocurrió decirle que hay que tener fe en que las cosas van a cambiar pronto.

    ¡Qué estúpido me sentí cuando me contestó que eso han esperado desde hace 44 años y acá siguen muriendo muchos. Unos a tiros como estos tres jóvenes y cientos que viven pero que les han fusilado la esperanza de ser libres, de trabajar y superarse, de exigir sus derechos sin ser reprimidos.

    Pero sería injusto hablar de Cuba y sólo mencionar las miserias de un régimen obsoleto y tirano. Hablar de Cuba es hablar de sus mujeres, de las más lindas del mundo, del ritmo y de la calidez de su gente, de la mirada buena de su pueblo, de las bellezas de sus calles con olor a sal, tabaco y ron. Hablar de Cuba es hablar de un paraíso donde la belleza natural se entremezcla con el sueño de todo un pueblo bueno y trabajador que sigue esperando su verdadera revolución.

 

 

Ventajas del modelo cubano 
Por Marcos Aguinis

Para LA NACION

  
La clamorosa recepción que se brindó a Fidel Castro durante su visita a nuestro país merece otros análisis, más entusiastas. En el Congreso recibió la ovación más intensa de los mismos lúcidos legisladores que tiempo atrás aplaudieron el default , fue honrado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires (cuyo titular está en campaña reeleccionista), fue invitado a dar una conferencia en la Facultad de Derecho, fue seguido afanosamente por la prensa, fue recibido por el flamante Presidente en la audiencia más larga y fue celebrado por una concentración popular que bloqueó todo el centro de Buenos Aires. No cabe duda de que una significativa franja de la sociedad lo ama y admira.


Esto coincide con lo que hace poco decidió el gobierno de Eduardo Duhalde: abstenerse en las Naciones Unidas al votarse la necesidad de investigar la violación de los derechos humanos en la isla. Recordemos que no se trataba de condenar al gobierno de Castro, sino sólo investigar qué sucede allí. Luego de infinitas denuncias que llegaron al colmo con el fusilamiento de tres personas jóvenes tras su intento de huir del país, y el encarcelamiento de decenas de disidentes, era obvio que correspondía hacer una averiguación.


Al gobierno argentino no le pareció necesaria y olvidó que hace apenas veinte años nuestra sociedad clamaba por lo mismo. Necesitábamos que viniesen comisiones investigadoras, como ahora las piden los cubanos perseguidos y amordazados. Rogábamos que llegasen en tropel. Pero los argentinos somos incoherentes e inestables, ¡qué le vamos a hacer! Pese a la dictaduras padecidas, amamos a un dictador. Somos así.


Claro, es un dictador que se dice socialista, cuyas picanas hacen cosquillas y cuyos fusilamientos mejoran la calidad de vida. Nada de lo horrible que él haga importa. Cuanto se denuncie sobre las violaciones de los derechos humanos en Cuba es un invento de la CIA. Castro es un ídolo, una leyenda, es el emblema del heroísmo y la noble lucha contra el imperialismo. Todo lo que hace está bien.


Pregunto: si tanto se lo admira, ¿por qué no seguir su modelo? Se supone que debe ser maravilloso. ¿Para qué imitar a Nueva Zelanda, Bélgica, Suecia, España, Canadá -países complicados, modernos-, si el modelo de Castro es más simple, movilizador y atractivo?

La Facultad de Derecho, según voceros entusiastas, se convirtió en la Plaza de la Revolución. Castro pronunció uno de sus discursos más breves, de apenas dos horas y media. Sabía que los argentinos aún no estamos entrenados para escucharlo durante ocho o más horas, como se hace en La Habana. Pero consiguió hacer delirar a las masas con sus anécdotas y proclamas seductoras. Es un buen remedio contra la tristeza o el desencanto.


El modelo de Fidel nos daría otras ventajas, supongo.  Por ejemplo, no habría debates estériles sobre las acciones del gobierno. Las críticas deberán desaparecer y, con eso, todos empujaríamos en la misma dirección. No habría que gastar neuronas ni saliva sobre los problemas de la sociedad, porque es tarea exclusiva de los funcionarios del régimen, que nunca se equivocan. Tampoco habría que elegir entre diversos diarios, noticieros, radios, revistas, porque habría lo mínimo indispensable, con noticias oficiales únicamente. De esa forma no tendríamos que dudar entre diversas fuentes ni afligirnos por las noticias derrotistas que inventan los enemigos del pueblo.


Los periodistas entrarían en caja, eso sí. Los que se empeñan en ofrecer una visión diferente, desestabilizadora serán sometidos a juicio sumario, expulsados de sus oficinas o enterrados en las cárceles. Ninguno podrá dar entrevistas a extranjeros, sin el debido permiso. En nuestra despreciable democracia suele ocurrir que aborrecemos a un periodista y no sabemos cómo hacerlo desaparecer. Pues bien, en el nuevo régimen bastará denunciarle algún desliz contra las autoridades y será hombre muerto. Nada más placentero y expeditivo. El canciller Rafael Bielsa debería dar una vueltita por las insalubres prisiones cubanas, entrevistar a los 74 disidentes condenados a veinte o más años de prisión y después tendrá más elementos para afirmar que allí reina la justicia. (Lástima que muy parecida a la del Proceso. ¡Qué le vamos a hacer! la incoherencia, la incoherencia...)
 

También cosecharíamos los beneficios de que nadie pueda salir del país. Los enemigos del pueblo dirán que nos hemos convertido en una gran cárcel. ¡Calumnias! El paraíso no es una cárcel: quienes fugan lo hacen por traidores. Esto resolvería por arte de magia la perversidad de querer hacer posgrados en otros lados o ir a buscar mejor fortuna en el exterior. Se acabarán las colas en los consulados (a menos que quieran ir a Cuba, donde hace falta gente porque se fusila al que se quiere escapar, cosa que curiosamente no hace la multitud que se congregó frente a la Facultad de Derecho; extraño, ¿no?). Ningún argentino pisará Ezeiza sin permiso del Gobierno. Ahorraremos divisas. El único gasto serían las balas contra los que intenten huir cobardemente. Usaremos los fusilamientos preventivos al estilo de Castro, así como George W. Bush hace las guerras preventivas.


Otro gran beneficio vendrá del turismo. Los mejores lugares se reacondicionarán para el disfrute de los extranjeros solamente. Llegarán alemanes, españoles, suizos, noruegos, australianos, irlandeses a nuestras playas y montañas, donde nosotros seremos los empleados, mucamas y mozos, pero jamás los huéspedes: así el dinero que dejan las visitas engordará al Estado benefactor. Por supuesto que la prostitución será tolerada, en especial donde haya afluencia de turistas, porque constituye un anzuelo importante y un canal de ingreso de dólares y euros. Eso sí, las muchachas serán prolijamente investigadas para que no se queden con el vuelto.
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En cuanto a la educación, uniformaremos para abajo, siempre para abajo. La educación será uno de nuestros principales logros en la publicidad. Todo el mundo deberá aprender a leer para enterarse de las buenas obras que hace nuestro gobierno y leer los textos que responden a la ideología fidelista. No nos importará la educación superior, ni estimular el pensamiento crítico (¡esto, jamás!), para no alimentar a los subversivos del régimen. Tampoco habrá computadoras para todo el mundo, sino sólo para los funcionarios: así la gente no pierde su tiempo frente a la pantalla. Será prohibida Internet, porque es el pórtico diabólico del mundo capitalista; en su lugar, como ahora en Cuba, habrá Intranet.


En materia de salud haremos propaganda también. Bastará con una Facultad Latinoamericana de Medicina donde enseñaremos a colegas del Tercer Mundo. No estaremos a la altura de los grandes centros de salud, pero nos dedicaremos a lo básico. Y pondremos lo mejor en algunos establecimientos solamente, para mostrar nuestros méritos. Claro que los médicos deberán conformarse con un sueldo de 5 a 20 dólares como máximo.


Formaremos las Brigadas de Respuesta Rápida, como las que inventó Fidel, para ahogar de inmediato cualquier protesta. Por ejemplo, en menos de veinticuatro horas se liquidaría a miles de piqueteros que andan bloqueando calles y gritando por sus cuestionables derechos. Sin juicio, por supuesto, para no gastar tiempo ni dinero, ni angustiar a la gente. Puede que esto disminuya el flujo de simpatizantes, pero otros vendrán por miedo. No será un problema porque el garrote convence rápido.


Claro que también nos arreglaremos para que un país vecino importante nos imponga un bloqueo económico. Así tendremos siempre a mano esa excusa por todas nuestras fallas. Y cuando se disponga a levantarlo haremos alguna travesura (nuevos fusilamientos, nuevos arrestos de periodistas) para que no nos priven de esa excusa prodigiosa. Recordemos que el bloqueo no nos impide negociar con el resto del mundo, de manera que será una buena arma ideológica "para los giles". En el fondo, no molesta.


Y por supuesto que escucharemos largos discursos, como el que Castro pronunció en la escalinata de la Facultad, para convencernos de que vivimos en la gloria, que nos sobra el bienestar, que aumentamos nuestra autoestima, que hemos alcanzado las maravillas que escamoteaba la vil democracia liberal.

 

 

 

LA VOZ DE CUBA LIBRE

 

Acepta la Universidad de La Habana que la economía comunista depende actualmente de los cubanos en el exterior

   José Luis Fernández

  Director

 

El Profesor Pedro Monreal está actualmente a cargo del Centro de Investigaciones Económicas Internacional (CIEI) en la Universidad de La Habana. Pertenece a la elite de expertos del Gobierno de Fidel Castro. Ha escrito varios libros y viaja frecuentemente a dictar conferencias fuera de Cuba. El pasado año (2000) dio publicidad a un trabajo en Alemania, que tituló "Las remesas familiares en la económica cubana". Y de este detallado trabajo (12 paginas) vamos a copiar literalmente algunos párrafos que ilustran cómo el Gobierno Comunista de Cuba, al comprobar el fracaso total del socialismo, busca su supervivencia a través de la "exportación de la fuerza de trabajo cubana".

Pero para que se pueda comprender la magnitud del desastre ocasionado a Cuba por los aventureros socialistas, queremos darle al lector que nació después de la década de los 50 una ligera imagen de cómo vivía el pueblo cubano, en relación con el resto del mundo, antes de sufrir cuarenta años de gobierno "socialista".

De acuerdo al Anuario Económico 1958 de Las Naciones Unidas (Statistical Yearbook 1958), el pueblo de Cuba se encontraba entre los de superior nivel de vida, no sólo de la América Latina, sino del mundo.

De acuerdo a esas estadísticas el ingreso por habitante de Cuba en aquella década era similar a los de Argentina, México y Venezuela, mientras que actualmente se encuentra en el último lugar, empatado con Haití.

En cuanto al consumo alimenticio en calorías, Cuba ocupaba el tercer lugar entre los países latinoamericanos. Esto se debía a su producción agrícola, tanto para consumo interno como para la exportación, que le permitía la adquisición de productos básicos procedentes del extranjero. En 1958 la producción azucarera fue de 7 millones de toneladas de azúcar, en los usuales 3 meses de zafra. En la actualidad, a pesar de los adelantos técnicos de los últimos 40 años, se produce aproximadamente la mitad. En los últimos años no se ha podido producir ni siquiera 4 millones, extendiéndose la zafra a veces hasta seis meses. Como dato adicional en este punto debemos destacar que de los 161 Centrales Azucareros que había en la isla en 1958, la mayoría, 122, eran propiedad de empresas cubanas. Solo 39 eran propiedad de empresas norteamericanas.

Aun en datos de la FAO de 1940 se muestra al pueblo cubano consumiendo un promedio de 91 kg de tubérculos al año, mientras la misma organización muestra que en 1990 el descenso en la producción de ese renglón agrícola permitió el acceso a solo 56 Kg. durante ese año. La producción de carnes siguió el mismo patrón: de 33 Kg. por año antes del comunismo a 23 Kg. en 1990.

La producción, para la exportación, de la industria, la agricultura, minería y pesca era de tal magnitud en esa época, que el poder de consumo situaba al cubano en Segundo lugar de América Latina en la posesión de automóviles (Venezuela era el primero) y Quinto lugar EN EL MUNDO en televisores. Esto se debía, entre otras razones a la balanza de pagos en el comercio internacional. Según el Fondo Internacional de la Moneda (IMF) dicha balanza de pagos a favor de Cuba alcanzó en 1958 la cantidad de 387 millones de dólares que hoy equivaldrían a 1.9 BILLONES. Las reservas que respaldaban al peso cubano ocupaban el Tercer lugar en Latinoamérica, detrás de Venezuela y Brasil. Cifra impresionante si se tiene en cuenta que la población de la isla era menos de 7 millones de habitantes.

A pesar de lo pequeño de su territorio, debido a su situación económica, los cubanos podían disfrutar de 58 periódicos diarios, que la situaba a Cuba en el cuarto lugar, debajo solamente de los gigantes Brasil, Argentina y México. 23 Emisoras de televisión, más que ningún otro país en América Latina. En segundo lugar estaba México con solamente 12. Y ocupaba también el primer lugar en Emisoras de Radio en América Latina y quinto lugar EN EL MUNDO.

Debido a esta situación económica, Cuba nunca fue país de emigrantes. A través de su historia republicana los cubanos sólo salían en viaje de recreo, competencias deportivas, contratos para actuaciones artísticas o, en el caso de los hijos de las clases de mayor poder adquisitivo, para a estudiar en Universidades extranjeras y tener carreras bilingües, ya fuera en la Sorbona, Oxford, Yale o Harvard. El resto de las salidas fue producto de exilios políticos.

El primero de ellos durante la colonia española. Fueron tantos los que salieron rumbo a La Florida en los 16 años de combatir al imperio que, al igual que hoy con Miami, eran la fuerza laboral en Tampa, donde establecieron una fuerte industria tabacalera que ha durado hasta nuestros días. El segundo exilio fue cuando la Rebelión contra la dictadura del General Gerardo Machado y Morales en Agosto de 1933. Es entre estos exilados que sale de Cuba la familia del que años mas tarde sería famoso artista de la televisión norteamericana: Desiderio Arnaz (Desi).

En realidad hubo una pequeña emigración desde Cuba hacia Estados Unidos en 1940, pero no de cubanos, sino de españoles, chinos y otras nacionalidades que vivían en Cuba. Esto se debió a que entró una ley que exigía que toda empresa estaba obligada a mantener una empleomanía mínima del 50 por ciento de ciudadanos cubanos. Muchos extranjeros se hicieron ciudadanos cubanos para evitar quedar sin empleo, pero otros no pudieron hacerlo en el tiempo establecido y tuvieron que salir del país. En este grupo salió el padre español de otro famoso actor y activista político: Ramón Estévez, más conocido como Martin Sheen.

Cuando Fulgencio Batista da el golpe militar el 10 de Marzo de 1952, comienza otra ola de exilados: miembros del Gobierno del Presidente Carlos Prío Socarrás y combatientes contra la dictadura cuyas vidas estaban en peligro, al ser muy conocidos.

Y finalmente en 1959 se inicia el primer éxodo de exilados de Cuba, DOS MILLONES DE ELLOS, al establecerse el comunismo en Cuba. Primero los complicados con el régimen de la dictadura de Batista, en 1959. En 1960 y 1961 dueños de industrias grandes y pequeñas, profesionales, almacenistas y pequeños comerciantes. De 1961 hasta hoy, los obreros, los campesinos y todo el que no pudo salir antes. En 1980 y siguientes años, el grueso de los que huían del régimen comunista lo componían los nacidos y formados dentro del comunismo y que son los que han tenido que arriesgar la vida, y perderla la mayor parte de las veces, en débiles balsas tratando de cruzar el Golfo de México.

Volvemos a insistir en el hecho de que, contrariamente a la mayoría de los nativos de la América Latina, nunca los cubanos fueron emigrantes. Repetimos que este preámbulo, extremadamente breve de lo que era Cuba antes del comunismo, es necesario para que se comprenda un poco mejor el desastroso resultado de 40 años de socialismo en Cuba. Cómo el Gobierno del Partido Comunista después de cuatro décadas de explotación a la población de la isla, ahora depende de los dos millones de cubanos que salieron de ella para poder existir. De tal manera que actualmente planean explotar, no sólo a los cubanos que viven en la isla, sino también a los del exterior y que ya para ellos representa "una fuerza de trabajo más productiva para la economía estatal que la de la isla" Y a la que se refieren como "exportación de fuerza laboral".

En el siguiente informe del Profesor Pedro Monreal veremos cómo, después de 40 años de gobierno socialista, el producto más importante de exportación del Gobierno del Partido Comunista de Cuba es precisamente la clase obrera.

Veremos cómo se hacen planes económicos para el mantenimiento de Cuba, no a base de proyectos industriales, granjas agrícolas o explotaciones mineras sino a base de la explotación humana en el exterior. Veremos "fuerza laboral emigrada definitiva o temporal", "renta" de médicos y de artistas.

Y cómo dejan salir a los que pueden trabajar y enviar dinero, para lo que retienen a los hijos, a los que se refieren como niños y a los padres, aquí llamados ancianos.

Dice Pedro Monreal:

 

"Aunque en rigor el país no puede ser clasificado como una economía "rentista" clásica, en años recientes se ha hecho muy transparente la creciente dependencia del país respecto a las transferencias externas, en particular las remesas familiares y las donaciones".

"El fenómeno pudiera estar expresando -aunque resulte perturbador para algunos - que la exportación de fuerza de trabajo en la actualidad es una de las áreas de mayores "ventajas comparativas" del país y que de hecho una parte significativa del sector "moderno" de la economía cubana se encuentra más allá de sus fronteras formales. Una de las implicaciones posibles seria que el bienestar económico de los cubanos dependería así en grado considerable de las rentas familiares remitidas del exterior, las cuales permitirían mantener niveles de consumo superiores a los que cabría esperar del funcionamiento exclusivo de la "economía interna".

"En la practica las remesas han actuado desde la primera mitad de la década del noventa como uno de los componentes de la "nueva economía" del país."

"Los datos oficiales de la balanza de pagos de Cuba indican que en 1996, las "transferencias corrientes netas" -en su mayor parte formadas por remesas familiares y donaciones- alcanzaron los 743,7 millones de USD." "En términos del aporte neto de divisas a la economía, la actividad de remesas es el sector líder" (por encima del turismo y del azúcar). "En el transcurso de apenas cinco años las transferencias monetarias familiares desde el exterior se han convertido en una de las principales vías de inserción del país en la economía mundial y ello no puede ser minimizado".

Las remesas "han representado una fuente importante de ingresos en divisas del presupuesto estatal".

"Otra dimensión del problema que en ciertos casos puede ser muy relevante es qué tipo de productividad tiene más importancia para el país, ¿la productividad de los trabajadores emigrados o la de los que permanecen en el país?

"Desde los inicios de la Revolución Cubana la emigración ha tenido un marcado componente político. No obstante, a partir de la década del noventa la emigración ha comenzado a desempeñar un papel económico creciente que pudiera tener un impacto significativo en el futuro de la economía del país".

"La emigración laboral debería ser potenciada como factor de acceso parcial al valor creado por esa fuerza de trabajo que se ha desplazado hacia áreas de muy alta productividad. La fuerza laboral es el más valioso activo económico de una nación y debe ser aprovechada al máximo donde quiera que ésta se haya insertado, dentro o fuera del país".

"Cuba se está reinsertando en la economía internacional aportando una fuerza de trabajo que en alto grado es portadora de un subsidio para la acumulación de capital."

"La posibilidad de apropiación social de parte del valor generado por la fuerza laboral que ha emigrado de manera individual se limita a la captación (mediante impuestos directos, indirectos o ambos) de una parte de la compensación salarial que esa fuerza laboral emigrada recibe y que luego envía a Cuba en forma de remesas." “En otras palabras las remesas reducen el costo de la reproducción de la fuerza de trabajo".

"El punto a retener es que esta complementación no se produce a cuenta del capital, sino por transferencias originadas en la fuerza laboral empleada en áreas de mayor productividad".

Actualmente "la inserción del país en el sistema de economía mundial no se limita al comercio exterior, las finanzas y la inversión extranjera sino que también se produce mediante la exportación de la fuerza de trabajo, que en el caso de Cuba es particularmente importante y notablemente eficiente en términos del aporte de ingresos en divisas". Las remesas estarían representando la parte del valor creado por la fuerza de trabajo emigrada.

"Lo que se desea destacar es que el fenómeno de las remesas debe ser entendido fundamentalmente como un proceso económico que rebasa, con mucho, el terreno de la balanza de pagos"

"El flujo migratorio no es masivo pero si lo suficientemente grande como para estar teniendo un impacto significativo en la economía nacional". "En última instancia la emigración de fuerza laboral estaría expresando que la exportación de fuerza de trabajo es una actividad competitiva del país a nivel internacional".

"En rigor, en Cuba la exportación de fuerza de trabajo incluye diferentes modalidades que van desde la emigración permanente, principalmente hacia Estados Unidos, que constituye el mas importante destino migratorio de los cubanos y el principal país emisor de remesas, hasta las modalidades de emigración temporal, algunas de éstas organizadas como una actividad estatal centralmente controlada (por ejemplo, la "exportación de médicos y de otros profesionales de contratos establecidos con distintos gobiernos) y otras formas de emigración temporal, también con algún grado de control estatal, pero donde éste es algo más distendido (por ejemplo, la emigración temporal de artistas, algunos profesionales, y personas que por diversas razones permanecen algún tiempo en el exterior)".

"El cuantioso volumen de remesas que se recibe actualmente en Cuba ha contribuido a que el proceso de reconfiguración de la economía cubana, que ha tenido lugar en la década del noventa incluya de manera destacada elementos de una economía "rentista" en la nueva estructura económica".

"Los datos de emigración cubana más recientes hacia Estados Unidos (1990-1996) evidencian una elevada proporción de personas en plena edad laboral (75 por ciento de los emigrados durante ese periodo) y proporciones relativamente bajas de niños y ancianos. Los miembros más productivos de la familia son los que fundamentalmente emigran en tanto que los grupos menos productivos (niños y ancianos) permanecen en Cuba, subsidiados parcialmente mediante las remesas".

"Las remesas representan la parte del valor creado por la fuerza laboral emigrada que llega a Cuba de acuerdo a determinada lógica de distribución".

"En términos del volumen de las rentas externas generadas por la fuerza de trabajo emigrada cubana, el papel decisivo lo desempeñan las remesas familiares, fundamentalmente las originadas en Estados Unidos por una fuerza de trabajo emigrada definitivamente. El peso de la emigración temporal relacionada con esquemas centralizados de exportación de fuerza de trabajo (por ejemplo, contratación oficial de profesionales cubanos en el exterior) es mínimo en la generación de ingresos comparado con las remesas familiares."

"Una modificación en la política migratoria que permitiera retornar al país a los emigrados que desearan retirarse en Cuba, le agregaría una "tercera oleada" al patrón de remesas cubanos, lo que redundaría no solamente en un incremento de las remesas y en la extensión del ciclo de estas, sino que también reduciría relativamente la presión respecto a la necesidad de mantener un alto movimiento migratorio para asegurar el sostenimiento del flujo de remesas".

"En conclusión, las remesas constituyen hoy una importante actividad económica de Cuba que expresan la incorporación a los círculos de la economía de parte del valor creado por la fuerza laboral emigrada".

"El actual flujo de remesas tiene algunos componentes relativamente estables y predecibles, es decir, no es un fenómeno coyuntural y volátil, aunque su sostenimiento en el largo plazo depende de la continuación de la exportación de fuerza laboral hacia economías de la más alta productividad".

 

 

Hasta aquí los párrafos tomados del trabajo del Profesor Monreal. Nuestros lectores habrán visto cómo el envío de dólares a los familiares a Cuba se ha convertido en la "punta de lanza" de la economía castrista. Les llamamos la atención también al dato cómo no van a dejar salir a los hijos ni a los padres (niños y ancianos) ya que serán la vía para cobrar el "impuesto indirecto" a sus salarios en el exterior. Como esta oferta de dólares los ha llevado a hablar de "exportación de fuerza de trabajo" porque les están siendo más productivos los que trabajan en EEUU que los que trabajan en la isla. Y finalmente, cómo este desenfreno de envío de dólares a Cuba les hace pensar que también van a cobrar las pensiones y retiros de los cubanos.

 

Nota de esta redacción: Cuando el autor de este artículo se refiere a Fondo Internacional de la Moneda (IMF) quiere decir Fondo Monetario Internacional.