MARTÍ

 

“Apóstol inmortal.., ruega por nosotros para que

 no te olvidemos.., en los días desventurados en que

 la sombra abre sus alas sobre nuestra desdicha.,,’

Agustín Acosta

(Congreso de la República de Cuba, 28 de enero de 1937.)

Apóstol: es inútil la palabra.

Los viles yugos se han multiplicado

y en la siesta infamante del arado

no hay brazo honesto que los surcos abra...

 

Débil, la estrella en lampos su adiós labra

y, triste, tú no le has aconsejado

que si busca más luz.., yendo a tu lado

tu ataúd de hojas verdes entreabra...

 

¡Tanto vagar, Apóstol, por tu monte!

 Tanto abrir soles sobre tu horizonte,

para ver hoy, en urbes y bohíos,

 

que es Cuba -entre milicias y trincheras-

¡un San Lázaro inmenso de canteras

y un cadalso repleto de Dos Ríos!

Pedro Díaz-Landa

Del libro “El paraíso roto”

Miami, 19 de mayo de 1992.

 

Volver